Durante estos primeros días del año la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) dio a conocer que se estima que la producción de este sector crezca en un 6.6% con respecto al año pasado, lo que permite un avance a la recuperación de la industria, pero que aún no logra superar los niveles de caída que dejó la pandemia.
Sin embargo podemos verlo como un gran avance ya que este crecimiento surge a pesar de muchos problemas mundiales como el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el desabastecimiento de semiconductores, la inflación y los altercados que surgieron en materia de reglas de origen y políticas energéticas que vimos en el T-MEC (tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
Además, la producción automotriz en México representa casi el 4% del PIB nacional y el 20.5% del PIB de manufacturero, por lo que un fallo a favor de nuestro país sería un gran impulso a la economía local según la AMIA.
También se espera que exista un crecimiento en las exportaciones de un 7.2% y en las ventas nacionales un 5.4%.
Por su parte la Industria Nacional de Autopartes (INA) también tiene como pronosticó el incremento en la producción y exportación de autopartes desde México hacia Estados Unidos y Canadá, esto sería el resultados si se logran obtener acuerdos positivos sobre las reglas de origen que se encuentran en discusión en el T-MEC.
Tengamos en cuenta que en el 2022, las exportaciones de autopartes desde México hacía Estados Unidos alcanzaron los 79.500 millones de dólares, mientras que para las importaciones se registraron aproximadamente 34.800 millones de dólares, lo que dejó un superávit comercial de 44.700 millones de dólares. Esto logró que México se posicionara como el principal proveedor de autopartes en Estados Unidos con un 40% del mercado total, seguido por China el cual sólo cuenta con el 9.2%.
¿Cuáles son los desafíos de la industria automotriz en este 2023?
La asociación también advirtió que el desabastecimiento de los semiconductores continuará representando un riesgo importante en el sector en este 2023, seguido de la posible recesión de la economía de nuestro país vecino Estados Unidos y las regulaciones que puedan presentarse en el entorno financiero.
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