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¿Cómo almacenar baterías en tu taller? 

El almacenamiento de las baterías para los autos es un aspecto fundamental que a menudo puedes pasar por alto en tu taller o refaccionaria. Sin embargo, debes saber que, si las baterías no se almacenan de bien, pueden perder su rendimiento, sufrir daños y, en el peor de los casos, VOLVERSE PELIGROSAS. Para cualquier taller, mantener un buen inventario de baterías es clave para ofrecer un servicio de calidad y asegurar la satisfacción de sus clientes. 

En este blog te presentamos una guía detallada sobre cómo puedes almacenar baterías en tu taller y asegurarte de que siempre estén listas para instalarse. 

1. Escoge una ubicación adecuada para guardarlas 

Uno de los factores más importantes para almacenar baterías es el lugar en el que las guardas. Las baterías son muy sensibles a las condiciones ambientales, especialmente a la temperatura y la humedad. Para evitar que pierdan carga de manera rápida o sufran daños, es fundamental elegir un buen lugar para almacenarlas:

  • Fresco y seco: El calor es uno de los principales enemigos de las baterías. Si la almacenas en un lugar cálido se descargará más rápido y sufrirá un mayor desgaste interno. Del mismo modo, un ambiente húmedo puede provocar corrosión en los terminales. Lo ideal es mantenerlas en una zona donde la temperatura sea estable, entre 15°C y 25°C. 
  • Alejado de la luz solar directa: La exposición prolongada al sol puede elevar considerablemente la temperatura interna de la batería, lo que acelera su deterioro. 
  • Ventilado: Las baterías de plomo-ácido, en particular, pueden liberar gases durante el almacenamiento o la carga, por lo que es esencial que las pongas en un espacio ventilado para evitar la acumulación de gases inflamables. 

2. Dales mantenimiento

Almacenar una batería completamente descargada es uno de los peores errores que puedes cometer en tu taller. Cuando una batería se descarga por completo, se genera una reacción química que puede dañar de manera irreversible sus celdas, reduciendo su capacidad para retener carga en el futuro. 

  • Carga regular: Si las baterías estarán almacenadas por un gran tiempo, es recomendable comprobar su estado de carga al menos una vez al mes. Una batería debe mantenerse cargada al menos al 70% para evitar la sulfatación, (un proceso que ocurre cuando las placas internas se cubren de cristales de sulfato de plomo, impidiendo que la batería recupere su capacidad original). 
  • Uso de cargadores de mantenimiento: Un cargador de mantenimiento o “flotante” puede ser una gran inversión para tu taller, ya que permite mantener las baterías a un nivel óptimo de carga sin riesgo de sobrecargarlas. Este tipo de cargadores ajustan automáticamente el voltaje para mantenerla súper bien. 

3. Ponlas en la posición correcta 

Almacenar las baterías en la posición correcta previene fugas de ácido o problemas internos. Todas tus baterías, especialmente las de plomo-ácido, debes almacenarlas en posición vertical para asegurar que el electrolito se mantenga distribuido uniformemente y evitar que el ácido se derrame, lo cual puede dañar no solo la batería, sino también el área donde se encuentra. Además, asegúrate de tenerlas sobre una superficie plana y estable para reducir el riesgo de caídas o golpes que puedan dañarlas. 

4. Revisa de vez en cuando sus niveles de electrolitos 

En el caso de las baterías de plomo-ácido, es importante que verifiques regularmente los niveles de electrolitos (ácido sulfúrico diluido en agua) y asegurarte de que no hayan bajado. Si notas que los niveles están bajos, debes rellenar las celdas con agua destilada. Este paso es súper importante para evitar la exposición de las placas internas, lo cual puede reducir la vida útil de la batería. Evita usar agua de la llave, pues la suciedad puede afectar el rendimiento de la batería y acelerar su corrosión interna. 

5. Lleva un control de tu inventario 

Una buena organización es clave para cualquier taller mecánico, y las baterías no son la excepción. Cada batería almacenada debe estar etiquetada con información relevante, como la fecha de almacenamiento, la fecha de la última carga y el estado general de la batería (nueva, usada, recargada, etc.). Esto no solo te permitirá llevar un control más preciso de tu inventario, sino que también evitará que instales baterías que llevan demasiado tiempo almacenadas y que puedan estar deterioradas. 

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El correcto almacenamiento de baterías en tu negocio no es solo una cuestión de “organización”, sino de prolongar su vida útil y garantizar que siempre estén en muy buenas condiciones para su uso. Siguiendo estos puntos, podrás reducir el riesgo de daños, mejorar la seguridad en tu taller y mantener un inventario de lujo que respalde el servicio que ofreces. 

Recuerda que una batería bien cuidada significa menos devoluciones, menos quejas y, lo más importante, clientes satisfechos que confían en la calidad de tu trabajo. 

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