Ahora que ya sabemos que es una bujía, y como se genera la chispa, hablemos de los tipos de bujías que existen. No todos los motores de combustión interna funcionan de la misma forma dependiendo del tipo de vehículo y su desempeño, un motor puede variar en potencia, velocidad de giro, torque, número de cilindros, etc.
Estos factores afectan directamente parámetros de operación como la compresión, la temperatura de operación, y la mezcla aire-gasolina. Los distintos ambientes dentro de la cámara de combustión del motor, requieren que se produzcan chispas de diferentes intensidades, para lograr una óptima combustión. Los sistemas de ignición están en constante evolución para satisfacer estos requerimientos, variando los circuitos, la potencia de las bobinas y desde luego, las características de la bujía.
Los carros de los años 80 y anteriores, cuyos motores trabajan a bajas revoluciones, baja temperatura y poca compresión, utilizaban el sistema de encendido por distribuidor, bobinas de aceite de bajo voltaje (8 a 10 mil volts) y el tipo de bujía más básico: la bujía convencional o de cobre, llamada así por el material de que está hecho el electrodo central. Vimos, en la primera parte, que una bujía debe producir varios chispazos por segundo para mantener el ciclo Otto.
El cobre es uno de los mejores conductores de electricidad, por lo que es el material ideal para el electrodo central, salvo por un par de pequeños detalles: es muy blando, y su punto de fusión es relativamente bajo (1,085 °C). Esto
ocasiona que un electrodo hecho enteramente de cobre, se desgaste con mucha rapidez. Los fabricantes resuelven este problema de dos formas, la primera es el grosor del electrodo (2,5 mm) y la segunda es soldar una placa de níquel en la punta del electrodo central.
El níquel es más duro y se funde a 1455 °C, por lo que aumenta la durabilidad del electrodo, aunque no es tan buen conductor eléctrico. La duración promedio de una bujía convencional es de 30,000 km y aún se utiliza en varios autos recientes de gama baja.
La mayoría de los vehículos modernos, sobre todo de gama media hacia arriba y motores turbo cargados, trabajan a mayor velocidad, temperatura y compresión. Sus sistemas de encendido electrónicos requieren más voltaje (de
20 a 40 mil volts) para encender la mezcla aire combustible, por lo que las bujías convencionales duran muy poco.
Las bujías de platino, como su nombre lo indica, tienen una placa de este metal soldada en la punta del electrodo, también de cobre, sustituyendo al níquel.
El platino es más duro y tiene un punto de fusión más alto (1768 °C). Por esa dureza, los electrodos de punta de platino pueden ser más delgados, lo que ayuda a dirigir mejor la chispa y consume menos corriente. Además, su mayor resistencia a altas temperaturas permite que queme mejor los depósitos de carbón, mejorando la combustión. Una bujía de platino puede durar hasta 100,00 km. Sin embargo, al ser el platino un metal tan raro y caro, así también las bujías de platino son más caras que las de cobre.
Finalmente, llegamos a las bujías de iridio. Estas bujías las utilizan vehículos deportivos y de alto desempeño, cuyos motores trabajan a muy altas temperaturas y velocidades. El iridio es todavía más duro y más resistente al calor que el platino, pero también es mejor conductor de electricidad.
¡Los electrodos de iridio son tan delgados como 0.4 mm de diámetro! Producen chispas muy potentes y bien dirigidas a muy alta velocidad. Además de su aplicación en vehículos deportivos, las bujías de iridio son particularmente útiles en vehículos convencionales en los que el acceso a las bujías es muy complicado o requiere desmontar el múltiple de admisión, gracias a su larga duración hacen más eficiente el mantenimiento.
Una bujía de iridio dura típicamente 150,000 km y son aún más caras que las de platino. Dato curioso: aunque a las bujías convencionales solemos llamarlas “de cobre” su punta es de níquel. En realidad, los electrodos de casi todas las bujías están hechos de cobre. Para terminar contestaremos las preguntas del millón: ¿Qué bujía le pongo a mi carro? ¿Cuál le recomiendo a mi cliente? La respuesta es muy sencilla: hagamos caso a lo que recomienda el fabricante del vehículo.
Es muy importante recalcar que si un auto requiere bujía de platino, no podemos usar de cobre (¡níquel!) ya que en el mejor de los casos durará muy poco, mucho menos que la vida útil normal de una bujía convencional (30,000 km), puesto que no soportará la carga de trabajo del sistema de ignición ni de las condiciones del motor, en el peor de los casos, causará mal funcionamiento del mismo. Pero sí podemos reemplazarla con una de iridio para mayor duración.
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Y de la misma manera, si un vehículo requiere bujía de iridio, no podemos usar platino ni cobre, y si requiere bujía de cobre, podemos mejorar tanto a platino, como iridio. La principal ventaja de mejorar la calidad de la bujía es la durabilidad, aunque también hay una ligera mejora en el desempeño del motor, al tener una chispa más poderosa se produce una mejor combustión de la mezcla aire-gasolina, y como consecuencia un aumento en la eficiencia del motor, que impacta positivamente el consumo de combustible y disminuye las emisiones contaminantes.
Ahora ya sabes la diferencia entre bujías de cobre, platino e iridio. En la siguiente parte hablaremos de bujías de doble platino y doble iridio, y bujías multi-electrodo. Recuerda que en Meru consigues todos estos productos y más con entregas en 24 horas y con pago a contra entrega. ¿No hay? ¡Meru te lo trae!